A fines de 2010, Google entró en negociaciones e hizo una oferta de 6000 millones de dólares por Groupon, la compañía con sede en Chicago que envía correos electrónicos con ofertas de cupones diarios para productos y servicios locales a consumidores de todo el mundo.
Las condiciones de partida
Google estaba buscando oportunidades para posicionarse en la publicidad de búsqueda local y Groupon parecía ser el complemento perfecto. En sus primeros dos años, Groupon se expandió a decenas de mercados, inspiró a miles de competidores y contrató a más de 3000 empleados.
Groupon tenía como objetivo alcanzar más de 300 millones de dólares de ingresos en Norteamérica en 2010 y comprar esta empresa le daría a Google acceso a 12 millones de consumidores.
En las negociaciones, muchos predijeron que la junta directiva de Groupon no podría rechazar la oferta de Google. Sin embargo, lo hicieron. La noticia de que Groupon había rechazado la oportunidad de volverse ser adquiridos por Google, con lo que eso suponía para sus arcas, desencadenó una oleada de especulaciones.
Las variables
¿Estaban los inversores de Groupon apostando por ser aún más ricos? ¿Temían que Google absorbiera su identidad corporativa? Las razones del fracaso del acuerdo parecen haber sido otras, según publicó el Wall Street Journal, y explicaba recientemente el blog de la Harvard Law School. La oferta de Google de 6000 millones de dólares por Groupon tenía condicionados alrededor del 40% de esa cantidad al logro de ciertos objetivos de ingresos.
Los miembros de la junta de Groupon confiaban en que podrían cumplir con estos objetivos. Sin embargo, era probable que, debido a la participación de Google, el acuerdo estuviera sometido a una investigación antimonopolio durante más de un año.
Groupon opera en un mercado sin barreras de entrada, donde abundan los competidores. Si el acuerdo se atascara en el limbo regulatorio, Groupon podría perder cuota de mercado frente a la competencia y tener problemas para cumplir los objetivos de ingresos de Google.
La toma de decisión
Al final, Groupon decidió romper la negociación y seguir por su camino ante el temor de entrar en un contrato que solo podía traer un escenario lose-lose, el opuesto al tan deseado win-win, donde ambas partes salen satisfechas.
Las consecuencias derivadas
Pocas semanas después de rechazar la oferta de Google, Groupon recaudó 500 millones de dólares y usó alrededor de 344 de ellos para comprar acciones de los inversores, recompensando así a los inversores primigenios de la empresa y a los empleados de toda la vida que se habrían beneficiado de una adquisición de Google.
En última instancia, se esperaba que la ronda de financiación de Groupon recaudara hasta 900 millones de dólares. Con acceso a este tipo de efectivo, el rey de los cupones parecía no tener prisa por cortejar a otro comprador o participar en una oferta pública.
Desafortunadamente para Groupon, apenas dos años después, los precios de sus acciones comenzaron a caer, y su valor llegó a 5.8 mil millones de dólares, 2 mil millones por debajo de lo que Google había ofrecido. Poco después, el CEO fundador Andrew Mason fue despedido.
La capitalización de mercado para Groupon ha llegado a bajar a 2.200 millones. Aun así, sigue pareciendo que Groupon tuvo una decisión coherente con sus intereses en el momento en el que tuvo que tomarla, contando con toda la información de que disponía y sin intervenir en los términos de la oferta de compra.
¿Crees que Groupon hizo bien o habrías aceptado la oferta de Google? ¿Habrías intentado modificarla de alguna manera?
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