Desde nuestro nacimiento, los seres humanos aprendemos constantemente y a lo largo de nuestra vida nos encontramos con diversos formatos educativos que pueden hacer más fácil o difícil el proceso. La clave es combinar las herramientas para generar retención de conocimientos sin perder la motivación de los alumnos.
Antes de los años noventa, la formación empresarial se asociaba con variaciones de textos y exámenes presenciales; sin embargo, la invención del e-learning ofrecería una opción novedosa para fomentar el aprendizaje en remoto a través de internet. Pero ¿sería esta la solución que tanto buscaban los expertos en RR. HH. y los empleados para impulsar sus resultados empresariales?
En búsqueda de la solución
Con la aparición de este prometedor formato, fueron muchas las empresas que empezaron mostrar interés por la capacitación online, pero el resultado seguía siendo el mismo: la formación resultaba aburrida para la mayoría de los profesionales porque continuaba limitándose a grandes cantidades de texto, imágenes y en algunos casos videos.
Por el contrario, las formaciones que resultan efectivas destacan por su:
- Contenido de calidad, aplicable al día a día.
- Variedad de formatos innovadores.
- Simulación de escenarios reales.
- Elementos de gamificación.
Por todo esto, el e-learning tradicional, que parecía ser la solución, continuaba siendo ineficaz y, en definitiva, ni los empleados, ni los mánager estaban obteniendo los resultados formativos que deseaban.
En la búsqueda de formatos más efectivos, nos encontramos con las declaraciones realizadas por más de 1.000 profesionales de RR. HH. y L&D, en el informe ‘Contradicciones de la formación corporativa 2021’, donde el 52% de ellos considera que las simulaciones de situaciones reales en los cursos online mejorarían su eficacia y atractivo para los empleados. Asimismo, la gamificación es otro elemento que destaca para casi el 40% de ellos cuando se trata de enganchar a los profesionales durante la formación.
Cuando los empleados responden a la interrogante “¿cuál es el formato que más te gusta para tu capacitación?”, los resultados se alinean con las metodologías más efectivas, ya que un 45% prefiere los videojuegos y un 39% los elementos gamificados.
Si tanto los encargados como los empleados saben cuáles son las metodologías formativas que les motivarían más, ¿por qué no se está haciendo la formación que todo el mundo espera?
Game-based learning: la solución que todos necesitan
Existen formatos innovadores tales como:
- La realidad virtual: un entorno digital que simula la realidad a través de los objetos, personas y escenarios que genera.
- La realidad aumentada: una interfaz añadida sobre el mundo que nos rodea a partir de dispositivos tecnológicos y mediante la cual se generan experiencias interactivas para los usuarios en tiempo real.
Sin embargo, suelen acarrear problemas para las empresas relacionados con aumento de costes formativos, dificultades de implementación y falta del soporte necesario durante la formación.
En este contexto, cada vez son más las empresas disruptivas que apuestan por el game-based learning como solución a sus necesidades formativas.
Como ejemplo, el game-based learning de la plataforma de Gamelearn permite a empleados y a empresas:
- Ahorrar costes de formación a los departamentos de RR. HH.
- Obtener feedback inmediato gracias a los simuladores integrados.
- Aprender de forma divertida, con contenidos prácticos y de calidad.
- Medir los resultados de la formación y el impacto que tiene en la empresa.
- Acceder a los cursos en cualquier momento y desde cualquier lugar a través de un dispositivo con acceso a internet.
- Ofrecer itinerarios formativos en diversos idiomas.
- Crear serious games a partir de contenidos formativos propios.
La tecnología avanza, a la vez que lo hacen las preferencias y necesidades de los miembros de todas las organizaciones, por eso los equipos encargados de desarrollar el talento en estas deben estar muy atentos. Los más observadores ya han percibido que metodologías como el game-based learning responden no solo a sus objetivos formativos y de negocio, sino también a las expectativas de sus plantillas.
Ahora que ya conoces lo que los empleados esperan, ¿apostarás por la formación que tanto ellos, como tú necesitáis?
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