La impresionante tendencia de crecimiento del sector del game-based learning aplicado a la formación corporativa, incluso siendo analizado en plena crisis sanitaria del Coronavirus, es la prueba irrefutable de que esta metodología gana adeptos y no es fruto de la casualidad.
Las empresas se han enfrentado durante estos últimos años, y más aún en los últimos meses debido a la pandemia, a un entorno VUCA, un acrónimo que muchos profesionales ya están habituados a utilizar para referirse a la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad del mismo.
En este contexto, el rápido desarrollo tecnológico, la globalización, el aumento de la competencia y la generalización de los dispositivos móviles para toda actividad digital, incluida la formación online, han hecho que los departamentos de RR. HH. y los responsables de la capacitación dentro de los mismos hayan desarrollado nuevas necesidades e inquietudes.
Los retos del L&D en un entorno dinámico
Para seguir siendo competitivas, las compañías han de expandir en poco tiempo las habilidades de sus empleados (upskill) y enseñarles algunas nuevas, si corresponde (reskill). De ahí que necesiten soluciones formativas flexibles, de rápida implementación y económicas.
Por otra parte, los nuevos destinatarios de la formación corporativa, en gran parte millennials, y pronto de generaciones posteriores, completamente acostumbrados a la comunicación digital, demandan siempre lo último, en el menor tiempo posible y desde cualquier dispositivo.
El preciado tesoro de los profesionales del L&D serán, en definitiva, aquellos cursos capaces de cubrir esas carencias que continuamente emergen con una metodología que cumpla las características enumeradas. Aparece entonces el game-based learning y sus irresistibles beneficios.
El game-based learning como la solución dinámica que mejor se adapta
Como decías el ascenso imparable de esta modalidad aplicada a la formación corporativa demuestra que sus ventajas ya no son un secreto y las organizaciones lo demandan por su probada eficacia.
Sin extendernos, podemos resumir en cinco puntos las razones que hacen del game-based learning una increíble herramienta de creación de formaciones corporativas dinámicas que responden a los requerimientos formativos de las organizaciones actuales:
1. Atiende a los objetivos didácticos
Los contenidos siguen siendo “el rey” en los productos de game-based learning y los objetivos de aprendizaje siempre estarán ahí, ya sean cognitivos, si se trata de aprender habilidades relacionadas con nuestra comprensión de las situaciones; psicomotores, si se trata de aprender una habilidad que requiere de nuestra capacidad motriz, como los simuladores de vuelo, o emocionales, si se trata de involucrarnos afectivamente para apuntar a ciertas actitudes.
2. Responde a unas determinadas reglas establecidas
Cuando jugamos, tienen que existir unas reglas conocidas por todos los participantes. También ha de ocurrir en los cursos de game-based learning, donde existirán esas instrucciones que asegurarán la involucración de los alumnos, para en ese marco preestablecido lograr su mejor actuación.
3. Cuenta una historia
El storytelling es esencial en los cursos que usan game-based learning para enganchar al destinatario de la formación. El alumno suele asumir el papel de uno de los personajes o determina qué hará el protagonista del juego. Como en cualquier historia, existirá presentación, conflicto y desenlace y el alumno tendrá mucho que ver en los derroteros que tomará el personaje que se enfrenta al problema o a los obstáculos presentados, pues su misión será superarlos.
4. Ofrece feedback instantáneo
Las acciones del alumno encontrarán siempre un feedback que favorecerá el aprendizaje experiencial en el game-based learning. Este es, sin duda, uno de los ingredientes vitales.
5. Incluye elementos de gamificación
A todo lo anterior, hay que sumar, además, el condimento que ensalza el sabor de cualquier experiencia de game-based learning y deja al alumno con ganas de más: los elementos típicos del juego o gamificación.
La competición, los rankings, los puntos, las recompensas, las penalizaciones… Todos ellos son ingredientes que identificamos en muchos juegos y que reflejarán sus reglas. Son, al fin y al cabo, los que hacen que nos enganchemos y nos motivan a mejorar, pues sabemos que, si lo conseguimos, la satisfacción será mayor.
En conclusión, si te enfrentas a los desafíos antes descritos y quieres innovar y asegurar el éxito de tu formación corporativa, confía en plataformas de game-based learning como Gamelearn. En nuestro caso, contamos ya con 15 años de experiencia en la creación de serious games con los que miles de empleados de más de 3000 empresas de todo el mundo han aprendido y afianzado distintas habilidades que les han hecho evolucionar profesionalmente. Infórmate y da el primer paso.
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