En el coaching existen diferentes técnicas para potenciar el desempeño que tiene tu coachee a lo largo de las sesiones y así alcanzar su máximo potencial. Una herramienta que funciona para fomentar la reflexión y la toma de decisiones son las preguntas.
No se trata de cualquier tipo de pregunta, hablamos de las preguntas poderosas, aquellas que son capaces de ayudar al coachee a encontrar el mejor camino entre diferentes alternativas de su plan de acción.
El poder de las preguntas
A diario, la mayoría de nosotros estamos constantemente expuestos a preguntas y respuestas, en nuestra mente, en la calle o en reuniones y eventos sociales; sin embargo, en las sesiones de coaching las preguntas adquieren más importancia al demostrar ser una herramienta muy útil para que el coachee alcance soluciones y supuestos que se adecuen a sus necesidades.
Preguntar a tu coachee te permite:
- Conocer su opinión sobre un tema.
- Identificar los puntos débiles y posibles dificultades.
- Determinar soluciones a posibles problemas.
- Generar confianza durante la sesión.
Las preguntas ayudan a tu coachee a:
- Analizar su situación.
- Salir de su zona de confort.
- Establecer posibles escenarios.
- Conocer sus capacidades y opciones.
Qué tipo de preguntas debes hacer y cuáles debes evitar
Las preguntas en las sesiones de coaching pueden convertirse en tu mejor aliado, pero debes seleccionar bien cuál harás. Utiliza las preguntas abiertas para evitar respuestas de “sí” y “no” y fomentar la reflexión activa por parte de tu coachee.
Algunas de las preguntas que han demostrado funcionar muy bien son:
- Aquellas que fomentan el planteamiento de una acción, como: ¿cuáles son los pasos que debes dar?
- Las que comienzan con palabras para cuantificar hechos, por ejemplo: ¿cuánto tiempo necesitarás?
- ¿Qué más?, porque permite profundizar en el análisis.
Evita responder las preguntas por tu coachee, incluso si crees que está tardando mucho tiempo en decidirse, tu misión como coach es guiar a tu coachee, a través de las preguntas abiertas, hasta que sea capaz de generar sus propias respuestas y conclusiones.
Entre las preguntas que debes evitar se encuentran:
- ¿Por qué? ya que coloca al coachee en una posición defensiva al tener que justificar su respuesta o situación sin aportar soluciones futuras.
- Aquellas con una carga crítica, como ¿cuáles son los fallos en esa propuesta?
- Las que haces seguida de otra. Cada pregunta debe y sola y solo después de que obtengas una respuesta por parte de tu coachee podrás formular otra.
Cómo incluir las preguntas abiertas en tu sesión de coaching
Las sesiones de coaching varían según las personas involucradas, la metodología utilizada y el fin que se quiere alcanzar; sin embargo, las preguntas abiertas se pueden incluir con facilidad si se tienen los conocimientos adecuados.
Ahora que ya conoces los tipos de preguntas recomendadas y aquellas que debes evitar a toda costa, es un buen momento para practicar y luego aplicarlo en tu sesiones. Para ello, es recomendable recurrir a metodologías como la formación a través de simuladores que te permitan experimentar hasta perfeccionar tu habilidad.
Con el objetivo de poner en práctica tus conocimientos y evitar errores a la hora de preguntar existe una solución: Echo, el serious game de Gamelearn sobre coaching que ofrece varias sesiones en las que deberás ayudar a tu coachee a definir sus objetivos, analizar su realidad, explorar sus opciones y diseñar un plan de acción, superando los obstáculos y barreras que encontrará en su camino.
Una vez que has practicado recuerda que es importante no iniciar la sesión con las preguntas para dar un tiempo de adaptación al coachee. Después de la introducción o justo antes del cierre son buenos momentos para poner en práctica lo aprendido. Toma notas si es necesario y asegúrate de que tu coachee tenga todo el apoyo que necesita, sin interferir en sus conclusiones.
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