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Cómo implementar un programa de game-based learning para formación corporativa con éxito

Desde el principio de la década, hemos experimentado una aceleración digital que nos ha forzado a replantearnos la formación corporativa. Ahora, con la pandemia empujando todo online en unos meses, la necesidad de renovar los formatos virtuales con los que desarrollamos el talento de nuestros equipos se ha hecho aún más evidente.

Como vimos en el informe Contradicciones de la Formación Corporativa 2021, las principales quejas que tienen los empleados sobre la formación online en su formato actual son el aburrimiento y la falta de interactividad. Los profesionales de RR.HH y L&D ya saben esto, más de la mitad de los encuestados confirman que simulaciones de casos reales mejorarían la efectividad de de sus formaciones.

El game-based learning se ha posicionado como la mejor solución para para satisfacer las necesidades de todos. En el whitepaper Game-based Learning en Acción, conocemos lo que hace que el game-based learning sea la metodología más efectiva para la formación corporativa, y hablamos con algunos de los responsables de RR.HH y L&D en empresas que ya lo están implementando con éxito.

Game-based learning en acción: las tres claves para el éxito

Para sacar el máximo partido al game-based learning, un programa debe incluir estos tres componentes indispensables:

  • Contenido de calidad que sea directamente aplicable al trabajo de los empleados
  • Elementos de gamificación junto con una historia interesante que mantenga a los alumnos enganchados 
  • Simulaciones de la vida real que proporcionen feedback inmediato y personalizado

Ante todo, un contenido de calidad es esencial para cualquier curso de formación corporativa. El contenido es lo que al final aprenden los alumnos, así que debe ser útil para ellos y para sus trabajos. En los últimos años, ha habido una tendencia hacia el aprendizaje de habilidades “soft” (transversales y no técnicas). Habilidades como el pensamiento crítico o la inteligencia emocional cada vez son más importantes para el entorno de trabajo moderno.

El game-based learning está particularmente bien adaptado para enseñar estas habilidades porque ofrece aprendizaje experiencial. Un curso de game-based learning efectivo incluirá contenido formativo aplicable, con una base teórica sólida y casos prácticos que permitan a los alumnos practicar las habilidades relevantes.

Pero, una vez tenemos el contenido correcto, ¿cómo podemos garantizar que los empleados estén lo suficientemente motivados y enganchados para finalizar el curso? Aquí es donde intervienen la gamificación y el storytelling. A la hora de crear un serious game para un programa de formación, es esencial tener una historia interesante que mantenga a los estudiantes enganchados de principio a fin. Querer saber qué pasará, cómo acaba la historia, es lo que va a asegurar que los empleados terminen el curso. 

Y, por supuesto, no sería game-based learning sin gamificación. Al fin y al cabo, la gamificación es lo que hace que el curso sea divertido. Junto con la historia, la mecánica de juego es lo que mantiene a los alumnos motivados para terminar el curso. La gamificación y el storytelling incrementan las tasas de finalización y la retención de los conocimientos, garantizando el éxito del programa de formación.

Los componentes finales de un programa de game-based learning efectivo son las simulaciones de la vida real con feedback personalizado. Las simulaciones son lo que permite a los empleados poner en práctica lo que aprenden en el curso, y aplicarlo a situaciones reales. Esto permite a los alumnos experimentar las consecuencias reales de sus acciones en un entorno seguro, lo que significa que pueden probar con decisiones diferentes y ver resultados diferentes, llevando a una comprensión mas práctica de los conocimientos y más seguridad en sus habilidades.

Poder ver las consecuencias directas de sus decisiones les da un feedback directo y personalizado que pueden usar para corregir su curso. Esto asegura que no se internalizan los malos hábitos y que los empleados entienden lo que aprenden, no simplemente memorizan.

Cuando todos estos elementos trabajan juntos, obtenemos el tipo de formación corporativa que cumple los objetivos de todos y da resultados tangibles. En las palabras de Natasa Basic, FastForward y Management Trainee Program Manager en Coca-Cola HBC, quien ya implementa un programa de game-based learning exitoso:

“Es la combinación de todos los elementos del game-based learning lo que hace que los juegos serios de Gamelearn sean impactantes, tanto en la experiencia como en el desarrollo del alumno. Empezando por el contenido de calidad para cada habilidad que se está desarrollando, entretejido con una historia interactiva y gamificación, que hace que el aprendizaje sea más atractivo y divertido, así como el feedback personalizado y los materiales que el alumno puede guardar para referencia futura como recordatorio e inspiración para una aplicación posterior en el trabajo de lo que ha estado aprendiendo y practicando en el entorno simulado”.

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