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Diseñando videojuegos: ¡cuéntame un cuento! (storytelling)

Young lady reading a book with flying sheets coming out of the book, magical reading concept

La asombrosa evolución de los nuevos métodos de aprendizaje ha derivado en un imparable crecimiento del game-based learning, esto es: aprender mediante el juego. La gamificación, con el diseño de los serious games a la cabeza, es la herramienta más demandada por las empresas para sus planes de formación corporativa. Síntoma inequívoco de la expansión del “serious learning”.

¿Por qué tienen tanto éxito los serious games?

Concentrarse es difícil. La mayoría de nosotros nos distraemos con facilidad mientras trabajamos o estudiamos. Basta un sonido que emite nuestro móvil, una vibración de algún dispositivo o una luz para que interrumpamos nuestra tarea. Pues bien, el juego incorpora esos atributos a las acciones formativas para que el proceso de aprender se convierta en algo emocionante.

Los serious games y videojuegos corporativos son los nuevos métodos de formación para muchas organizaciones de todo el mundo. Sin embargo, sigue siendo un concepto difícil de aceptar para algunos, todavía incrédulos. La sola mención de la palabra “juego” o “videojuego” provoca desconfianza y rechazo a favor de otros enfoques didácticos más tradicionales.

Sin embargo, los serious games poseen varios elementos que sirven para aprovechar las ventajas del juego y mantener al mismo tiempo la profesionalidad que exige un programa de formación. Entre esos elementos se encuentran factores como el contenido, la usabilidad, la competitividad y la historia. Sobre esto último queremos hablarte hoy.

La importancia de la historia

Gran parte del éxito del game-based learning es la historia que cuenta el juego, por encima de los aspectos técnicos. Y en Gamelearn lo sabemos muy bien: detrás del diseño de los cursos-videojuego de habilidades como la negociación (Navieros) y la gestión del tiempo (Triskelion) hay historias que ayudan a los alumnos a involucrarse en la experiencia de aprendizaje y a asimilar el contenido didáctico.

En Navieros, el alumno se convierte en Carlo Vecchio, un comerciante de la Venecia medieval que tratará de alcanzar acuerdos con diferentes personajes, hasta convertirse en un próspero mercader. En Triskelion, el jugador adopta el papel de Robert Wise, un profesor de historia que busca las pistas de un tesoro mientras gestiona su agenda, organiza tareas, asiste a reuniones, etc.

Gracias a la historia, el curso online se convierte en adictivo y capta la atención del alumno. La capacidad de retener los conocimientos se multiplica porque un juego crea retos y permite la práctica para aprender realmente las lecciones de cada módulo. Los videojuegos de formación o serious games suelen tener un objetivo final que motiva al participante a continuar hasta completar la formación, cuya culminación aumenta la satisfacción del alumno porque siente que ha aprendido y alcanzado una meta. A diferencia de los videojuegos tradicionales, el participante debe lograr el éxito. De lo contrario, la frustración anulará cualquier esfuerzo innovador para mantener el alumno involucrado.

En resumen, los videojuegos siguen siendo un enfoque novedoso en el mundo de la formación y el desarrollo, pero el concepto ya no es nuevo para los expertos y responsables de RRHH de miles de empresas. El game-based learning juega, nunca mejor dicho, con los contenidos, la usabilidad, la competitividad y la fuerza de la historia. El resultado es una mayor implicación y motivación de los alumnos, y por extensión una formación más eficiente y valiosa para el desarrollo de las habilidades.

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