Cómo hacer que la formación en empresas sea relevante

La formación es una necesidad esencial para que cualquier proyecto empresarial pueda sobrevivir. Los conocimientos que un equipo de trabajo adquiere, ya se trate de Ventas, Marketing, Producción, Logística o Tecnología, suelen tener una vigencia de cinco años. Todas las empresas necesitan formar a sus equipos de trabajo o bien contar con nuevos empleados que puedan aportar ese conocimiento a la empresa.

Para ilustrar la situación actual a este respecto, podemos destacar los siguientes datos:

• Un 70% de los trabajadores en España no recibe formación.
• La media de tiempo dedicada por aquellos que la reciben es de una hora al mes.
• La edad media de los profesionales que se forman oscila entre los 36 y los 45 años.

Evidentemente la formación de un equipo de trabajo es más eficiente en términos de coste y rentabilidad que contratar nuevos miembros. Un trabajador que comienza su andadura en una empresa puede aportar nuevos conocimientos, pero deberá asimilar toda la cultura ya existente en la empresa. Un trabajador que se forma solo ha de adquirir las novedades relativas a metodología, nuevas herramientas o conocimientos para su desempeño profesional.

¿Qué aspectos fundamentales deben actualizarse en las empresas?

Existen ciertos aspectos básicos para cualquier empresa que por lo general no se enseñan en la universidad, ni en los programas de posgrado. Esto no es un problema en sí mismo, pero es importante encontrar el tiempo que permita actualizar o adquirir dichos conocimientos.

Las áreas vitales que cualquier empresa debe cubrir y actualizar en su equipo son las siguientes:

Gestión del tiempo

Básicamente todos los recursos para desempeñar nuestro trabajo se pueden ampliar, salvo el tiempo, que es finito. Cada día que pasa es un día que no podemos recuperar. Saber gestionar el tiempo es esencial para aumentar nuestra productividad.

Gestión de equipos

Esta habilidad requiere práctica. Para poder lograrla, hacen falta simuladores que permitan desempeñar el rol de gestor y poder aplicar esos conocimientos.

Gestión de cliente

La gestión de clientes es igualmente delicada y requiere simuladores que faciliten poner en práctica esos conocimientos.

Ventas y negociación

Saber negociar es un arte en sí mismo. Poder poner en práctica conocimientos sobre negociación y realizar simulaciones es esencial para poder mejorar en esta actividad.

Alta de clientes / empleados / proveedores

La velocidad a la que un potencial cliente pasa a ser cliente es un proceso que necesita una mejora continua. Si el alta de cliente es un proceso complejo lleno de procedimientos y saltos entre departamentos, es recomendable actualizar y adaptar las mejores prácticas.

La excelencia en estos aspectos definen a grandes rasgos una empresa de éxito, si se trasladan a todos los componentes de su estructura.

Formación bonificada: mejora la rentabilidad de tu capacitación

La forma de adoptar estos conocimientos depende de cursos de formación que, en países como España, en su mayoría pueden ser bonificados. El formato más innovador es el que emplea simuladores y videojuegos online.

La transición de la formación “interactiva” utilizando webs o documentos a la formación online no ha sido lo suficientemente profunda hasta hace poco. Las tasas de abandono de estos formatos siempre han sido muy altas y la satisfacción de los asistentes, todo lo contrario.

La formación con videojuegos y con simuladores ha supuesto una revolución en la formación corporativa por las siguientes razones:

• Aumentan la satisfacción de los alumnos.
• Elevan las tasas de cursos completados (94%).
• Incrementan el porcentaje de recomendación de la formación (97%)

Estos resultados tienen su origen en dos aspectos esenciales que aportan los juegos a la formación:

Simulación en tiempo real

El alumno puede poner en práctica sus conocimientos. No es lo mismo responder un test que simular una situación donde hay que responder en tiempo real.

Juego

Jugar es acción, practicar, simular. El nivel de atención que se requiere por parte del alumno es mucho mayor. El alumno no es un sujeto pasivo, es un actor activo que debe poner todo su foco en la tarea que tiene por delante. Este nivel de inmersión hace que la adopción de conocimientos sea mucho mayor.

La formación bonificada también puede ayudar en la realización de estos cursos, así que rentabilidad de la formación crece aún más, sobre todo con itinerarios claros, que se puede aplicar al día a día de la empresa desde el primer minuto.