El game-based learning, o aprendizaje por medio de juegos, está ganando cada vez más terreno tanto en el sector educativo, como en el organizacional
El secreto de su éxito se encuentra en características determinantes como las siguientes:
- Escenarios llamativos y atractivos para el aprendizaje del usuario
- Evolución del juego a medida que se resuelven diferentes incógnitas
- Experiencia de aprendizaje positiva y enriquecedora
A la existencia de este conjunto de propiedades contribuyen los principales ingredientes de este método de aprendizaje. Los enumeramos a continuación acompañados de ejemplos que los ilustran:
1. La historia
Como en todo videojuego la historia es esencial para enmarcar la acción del jugador, por ello también es vital en el game-based learning. Tomemos como ejemplo el serious game sobre liderazgo, Pacific, donde se sitúa al jugador en el escenario surgido tras un accidente aéreo y el aterrizaje forzoso de los pasajeros en una isla desierta. Estos tendrán que trabajar en equipo para organizarse y conseguir escapar. En este contexto aparecen los personajes y sus conflictos y… ¡ya tenemos historia!
2. La simulación
Este elemento hace posible crear situaciones reales donde los usuarios practican lo que han aprendido sobre cualquier tipo de habilidad.
Our City, un juego que trata de fomentar los comportamientos cívicos en los jóvenes, hace que estos se sientan alcaldes de una ciudad y la construyan desde cero, al tiempo que aseguran el bienestar de sus ciudadanos. El escenario se localiza en Jordania, por lo que el juego refleja potenciales retos de la vida real en las ciudades de ese país, como puede serlo conseguir desarrollar servicios públicos básicos o mejorar el transporte.
Otro ejemplo de simulación es la que aparece en Food Force, que promueve la conciencia social y la lucha contra el hambre. Para ello el jugador se pone en la piel de un colaborador de la ONU y debe hacer frente a los desafíos que se le van presentando.
3. La consecución de puntos
Este ingrediente pretende que el jugador se involucre para lograr el mayor número de puntos, vidas, monedas, niveles, o cualquiera que sea el componente fundamental del sistema de puntuación elegido. El objetivo: quedar en primer lugar y que la partida se alargue.
DragonBox es un videojuego que se dirige a niños para enseñarles matemáticas. Cada vez que los pequeños jugadores aprenden una nueva lección, se desbloquea un nivel. La satisfacción de conseguir cada vez más puntos, les motivará a llegar hasta el final.
4. La recompensa
La recompensa del usuario es uno de los factores del game-based learning más importantes, ya que gratifica el esfuerzo del jugador. El usuario sigue avanzado en el juego para ser recompensado, al fin y al cabo.
En Scribblenauts, los jugadores tienen que desarrollar su imaginación para resolver los problemas planteados. Cada vez que consiguen solucionar uno, son recompensados, ¿quién va a querer parar así?
5. El feedback inmediato
Cada vez que el jugador hace algo, recibe una recompensa o una penalización. A veces, incluso, se ofrece información extra para entender mejor el porqué de la respuesta obtenida.
En Treehouse, una academia de capacitación virtual que enseña a programar, este elemento es vital. Los quizzes y desafíos de programación que forman parte de su metodología lo demuestran. Los estudiantes que seleccionan un itinerario de aprendizaje reciben, así, continua retroalimentación a medida que completan la biblioteca de cursos sugerida. Además, los alumnos se sienten guiados en todo momento.
6. La competitividad
Este factor se presenta cuando se establecen retos que precisan de una superación con respecto a la actividad otros jugadores. Lo habitual es que se refleje en forma de rankings. Así ocurre en Triskelion, donde el usuario, aparte de gestionar eficientemente su agenda diaria de tareas, compite con otros jugadores por obtener la mayor puntuación acumulada gracias a la correcta gestión del tiempo y conveniente productividad que conduzca al bienestar profesional, social y personal.
7. El aprendizaje
Es el elemento definitivo del game-based learning, es decir, la finalidad única: que los usuarios aprendan. Kerbal Space Program es uno de tantos juegos que plasman este objetivo final. A través del juego y con el fin de construir naves espaciales funcionales, el usuario acaba aprendiendo, casi sin darse cuenta, conceptos relacionados con las leyes de la aerodinámica y la física orbital.
Cada uno de esos elementos del game-based learning contribuye a motivar a los jugadores en su aprendizaje por medio del juego, convirtiendo este modelo en una herramienta irresistible para adquirir o ampliar conocimientos con la máxima implicación del usuario, en ámbitos académicos u organizacionales.
Aun así, ¿crees que falta mencionar algún ingrediente? ¿Cuál echas de menos?